La prueba ciclista Mallorca 312 ha vuelto a ser motivo de polémica por los inevitables inconvenientes y molestias que genera, ya que obliga a cortar el tráfico en 30 municipios. En efecto, una prueba deportiva de esta naturaleza, con 6.500 ciclistas participantes, que se prolonga durante 14 horas por gran parte de la isla y de la sierra de Tramuntana, inevitablemente comporta molestias a los usuarios de las vías por las que transcurre la prueba, ya que se trata de una carrera en la que se corta completamente el tráfico a su paso. A pesar de los esfuerzos adoptados por la organización y por las Administraciones competentes, es natural que las personas afectadas estén molestas y enfadadas, pues no en vano localidades como Deià, Estellencs y Banyalbufar se vieron aisladas durante toda la mañana y muchos otros pueblos padecieron cortes parciales del tráfico.
No hay que desdeñar, sin embargo, los múltiples aspectos positivos que presenta una prueba de esta naturaleza, pues son muchas las personas venidas de fuera para recorrer los 312 kilómetros en un territorio que muchos consideran un paraíso del ciclismo. Y además, los aficionados al ciclismo, que en Mallorca son legión, tienen derecho a disfrutar un día al año de las carreteras de la isla con mayor seguridad de lo que lo hacen habitualmente.
Pero hay que reclamar tanto a los organizadores como a las autoridades públicas, un mayor esfuerzo en minimizar las molestias que ocasiona una prueba así. Es preciso mejorar la información a conductores y usuarios de las carreteras, de modo que sean perfectamente conocedores de los tramos de vía que se verán afectados, los horarios en que se producirán los cortes y los itinerarios alternativos, si es que los hay. Hay mucho trabajo por hacer y como todo en esta vida, la Mallorca 312 es manifiestamente mejorable en muchos aspectos. Si no lo hace, a cada edición tendrá mayor desprestigio, hasta que los patrocinadores no verán conveniente apoyar una prueba con tan mala prensa entre la población en general.