La principal federación de vecinos de Palma ha denunciado que las entidades vecinales todavía no han recibido las subvenciones prometidas por el Ayuntamiento de Palma, lo que les está llevando al límite de su supervivencia. Estas partidas económicas se tenían que haber abonado antes del inicio de las actividades para así poder abonar las nóminas, seguridad social, IRPF y a los proveedores.
En un comunicado de la Federación de Vecinos de Palma, su presidenta, Maribel Alcázar, ha explicado que a pesar de que ya se está en el mes de mayo "no solo no se han resuelto las justificaciones que las asociaciones presentaron en mes de enero, sino que ahora están llegando requerimientos, algunos tan sustanciosos como añadir S/N a la casilla de los formularios correspondiente a justificantes que no tienen numeración porque no son facturas así como las nóminas o añadir también el CIF de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria".
Además, apunta Alcázar "tampoco se han resuelto las justificaciones de los proyectos que acabaron el 2021, por lo cual ahora también, casi un año y medio después, se requieren documentos y valoración de estas justificaciones, muchas veces sin tener en cuenta que se ejecutaron en situación de pandemia".
La Federación resalta que "no hay nada resuelto, todo sigue dando vueltas y el fantasma del cierre vuelve a planear sobre las actividades que dan servicio a tantas y tantas personas de barriadas, especialmente las que más lo necesitan. Los recursos se abonan prácticamente al final, sin tener en cuenta que se solicitan porque hacen falta para poder hacer las actividades programadas y hacer frente a gastos como la Seguridad Social y Hacienda, que son inexorables, además de poder cumplir precisamente con aquello que después nos exigirán y no se habrá podido hacer precisamente porque la institución no ha cumplido su parte".
Ante esta situación, desde esta entidad se recuerda que "volvemos a estar en situación límite, ante la indiferencia política que se expresa con buenas palabras de comprensión, pero hechos que nos dejan instalados en la dificultad y una alta carga de angustia, ante la indiferencia de las instituciones que nos gobiernan. Hay en riesgo muchas actividades, formativas, culturales, festivas, comunitarias, participativas que subsisten, a pesar de todo, por el esfuerzo de personas voluntarias que tienen que asumir toda esta
responsabilidad y decepción".