En los últimos días se están desvelando algunas de las propuestas que lanzan las candidatas a suceder a Alberto Jarabo al frente de Podem Illes Balears. Laura Camargo y Mae de la Concha ya han anunciado su intención de presentarse a las primarias, aunque seguramente habrá más candidatos. Pero lo más llamativo es que ambas precandidatas se declaran anticapitalistas y partidarias de educar a los hombres en el feminismo, para acabar con otro de los grandes males que aquejan a la sociedad española: el patriarcado. En concreto, De la Concha aboga por instruir a los hombres de Podem en feminismo, nuevas masculinidades y violencias machistas, ya que los hombres “comprometidos” son aquellos que “deconstruyen su masculinidad”, mientras que Camargo propone reeducar a los hombres de Podem en “masculinidades alternativas” y para que ellos mismos cuestionen su masculinidad.
Comprobar que el partido político que surgió de las protestas espontáneas del 15-M, surgidas en plena crisis y como expresión de hastío ante la corrupción y la falta de respuestas políticas a los problemas de la clase media, ha degenerado políticamente hasta los niveles que demuestran tanto las propuestas de las dos precandidatas, como ellas mismas, con un nivel alarmante de radicalismo y simultáneamente de vacuidad política, es decepcionante.
La diputada en el Congreso, Mae de la Concha, se atreve incluso a apostar por “decrecer” en el modelo productivo y territorial, sin mayores especificaciones. Es una lástima porque sería muy interesante que concretase qué es lo que deben decrecer, esto es disminuir en número. ¿Los restaurantes, los bares, los hoteles, los supermercados, los ‘rent a car’…? Sería bueno que hablase claro, porque así los trabajadores y empresarios que se dedican a estos negocios sabrían que Podem quiere que cierren sus negocios y que pierdan sus empleos y se dediquen a otra cosa.
Hasta el momento, en ninguna encuesta seria había aparecido el asunto del patriarcado y la masculinidad como un problema relevante para la ciudadanía. Mucho menos que fuera tan fácil de solucionar como que se evite chatear con el teléfono móvil cuando una mujer de Podem interviene en público, como recomienda Camargo.
Si no fuera porque con estas credenciales se presentan ambas políticas para liderar Podem y por tanto y eventualmente, para aspirar a ser la presidenta del Govern, invitaría a la risa. Pero dada la seriedad del asunto, llama a la alarma porque no se puede incurrir en mayores absurdos e irrelevancias.





