La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha “vendido” al país la unidosis como si fuera la panacea universal para el ahorro del gasto farmacéutico y una de las grandes ideas de su Ministerio, algo en lo que nadie había pensado. Por eso, le ruego a la señora ministra que pida a sus asesores y consejeros que le elaboren un dossier sobre el tema y verá como mucho antes que ella otros propusieron lo mismo y no sólo para gastar menos sino para evitar que en cada casa haya un botiquín en el que se amontonan medicamentos de todo tipo y personas que los utilizan sin consultar con el médico. Hace años, bastantes, se abogó por las unidosis, por facilitar a cada paciente el número exacto de dosis que necesitaba para completar su tratamiento, porque, además, era sumamente práctico, ya que el enfermo sabía exactamente lo que tenía que tomar sin lugar a error, pero no, a los laboratorios no les gustaba la idea y siguieron haciendo de su capa un sayo y vendiendo envases de antibióticos para tres días y de analgésicos para un mes. Ahora, la señora Pajín nos asegura que la medida será una realidad el próximo mes de enero, por lo que habrá que esperar y ver, pero dudo mucho que sea la panacea si los laboratorios no están por la labor, así que lo primero de todo, antes de publicitar nada, lo importante es firmar los acuerdos pertinentes y asegurarse de que ahora sí, la unidosis será una realidad. Lo demás, propaganda y demagogia.





