Desde hace más de 20 años me dedico a ayudar a las personas a que encuentren su camino en la vida.
Es una profesión realmente fantástica, que me hace sentir muy bien cada día.
Como cabalista y coach de belleza interior y exterior, me dedico a ver dónde otros no ven y a través de mi experiencia profesional, dotar de un poco de esperanza a las personas con las que tengo la fortuna de encontrarme.
De hecho, siempre digo que, gracias a mis clientes soy hoy en día la persona que soy.
He aprendido a través de sus vivencias, a vivir de otra manera, sin juzgar y sin criticar cómo lo hacen los demás, ya que he sido consciente de que en última instancia todos lo hacemos lo mejor que sabemos, con las herramientas que poseemos en ese momento en nuestras manos.
Y esta profesión me ha traído un sinfín de alegrías y la última ha sido exactamente en estos días, donde me he sentido especialmente querida y apoyada por todo mi entorno.
He tenido que viajar a mi tierra natal debido a la enfermedad de mi madre y las muestras de cariño, de todos con los que interrelaciono de manera habitual, han sido realmente sorprendentes.
Me he sentido tan arropada por todo el mundo, que solo tengo palabras de agradecimiento para todo mi entorno, mis clientes y amigos.
Y eso me ha hecho reflexionar mucho.
A veces, en los avatares del día a día, parece que nuestros esfuerzos no serán recompensados, pero cuando pasa el tiempo, nos damos cuenta de que, si hemos hecho bien las cosas, esos esfuerzos si son devueltos.
Y en muchas ocasiones vienen de la mano de las personas que menos te lo esperas, esas que en silencio te aprecian y te apoyan cada día y que a veces, son con las que menos tiempo empleas con ellas.
Por ello, quiero aprovechar este medio que me ofrece nuestro querido www.mallorcadiario.com, para agradecer a todas las personas que me apoyan incondicionalmente y que están a mi lado día a día.
Y al mismo tiempo me gustaría recordar a las personas que llevan años leyéndome que, aunque en ocasiones nos parecen que nuestros esfuerzos no son recompensados, si estamos haciendo las cosas bien, tarde o temprano, encontraremos esa recompensa.
Solamente hace falta una característica que en nuestra sociedad actual ha desaparecido, la paciencia.
Paciencia para ver donde otros no ven, para reconocer a las personas que merecen la pena y a las que no y para recibir aquello que hemos dado con amor y sin esperar nada a cambio.
Porque, querido amigo lector, ese es, el secreto del recibir, haber dado sin esperar que eso te fuera devuelto.
Cuando hacemos las cosas incondicionalmente, sin esperar nada a cambio, la vida, tarde o temprano, te devolverá esa energía y así es como me siento yo en estos momentos, agradecida por todo lo que me da la vida cada día de mi vida.
Es necesario en ocasiones tener tiempo para pararte a pensar y para ser consciente, de lo afortunados que somos y de la gran suerte que tenemos de vivir y de estar en el lugar donde nos encontramos.
Y sin más aprovecho este marco, que “mallorcadiario” me ofrece, para desear a todos aquellos que me leen semana tras semana, unas muy Felices Fiestas de Navidad y que la energía de estas fechas impregnen en todos sus hogares.





