La Asociación de Comerciantes de Menorca (Ascome) ha denunciado, tras la última reunión de su junta directiva, "los perjuicios que provocan en el sector comercial los repentinos e inesperados cortes en el suministro eléctrico" que, aseguran, se están produciendo de forma "repetida" y que "inquietan a los comerciantes implicados".
Desde la asociación que agrupa a buena parte del sector menorquín del comercio señalan que esos cortes afectan directamente a la actividad y más aún en subsectores como la alimentación y demás productos perecederos, lo que conlleva "pérdidas materiales y de facturación".
Desde Ascome han recordado que a raíz de una serie de episodios ocurridos semanas a atrás, la asociación remitió un escrito a la Dirección General de Industria y Energía del Govern con el objetivo de pedirle "que vele, como administración pública competente en la materia, intentando evitar y prevenir este tipo de interrupciones".
Asimismo, le solicitó "acometer cuanto antes las inversiones necesarias para asegurar al máximo el suministro eléctrico en toda la Isla.
La energía eléctrica es primordial para cualquier tipo de actividad comercial y más en plena temporada turística.
Los apagones no pueden venir derivados de una falta de previsión del mantenimiento mínimo necesario de las instalaciones básicas", han manifestado.
En ese sentido, han insistido en que las interrupciones temporales del suministro de energía eléctrica "generan directamente graves daños y perjuicios a la actividad empresarial, sin que nadie se responsabilice de ellos".
En el escrito presentado también solicitaron a la Dirección General de Energía que garantice de forma independiente los derechos de los clientes respecto a las reclamaciones presentadas directamente a las respectivas comercializadoras, y que en su caso se deriven las posibles responsabilidades a las distribuidoras.
Asimismo, aprovecharon la ocasión para recordar una reivindicación histórica sobre un hecho que también se reproduce más a menudo de lo que sería deseable: "consideramos que la programación de tareas en las líneas eléctricas que afectan zonas comerciales debería ser sensible a la demanda de los empresarios y consumidores para intentar que se realizara en un horario fuera del comercial habitual, y sobre todo si nos encontramos en plena temporada turística y afluencia de visitantes".







