Diario de Mallorca publicó ayer que la práctica totalidad de los hoteles vacacionales de Mallorca está en venta. Dicho de otra forma, que ningún empresario hotelero rechazaría una oferta por su establecimiento. Lo cual significa inequívocamente que las cosas no van bien, que las rentabilidades no son suficientes, que las perspectivas de futuro son malas, que este negocio no tiene horizontes. Y no es la opinión de cuatro expertos que han recogido sus datos en fuentes discutibles, sino de los que tienen sus huevos en esta cesta, de los que tienen su capital aquí, que han invertido en este producto, de los que se juegan su patrimonio, de los que todos los días ven su cuenta de resultados. Ahora, por supuesto, vendrán las correcciones, las matizaciones, las críticas al catastrofismo, los datos contradictorios. Pero todos hemos entendido el mensaje: los hoteles están en venta para quien quiera comprarlos. La gallina de los huevos de oro ya está vieja, ya no pone ni siquiera para pagarse el alimento, por lo que intentaremos decir que sigue siendo una gran gallina, pero para venderla. Este es el resultado de un declive que se inició con el siglo: tras unos años noventa impresionantes, donde sólo las grandes cadenas vieron que aquí las rentabilidades estaban congeladas, en los últimos diez años hemos asistido a la caída constante de nuestro producto. Primero se hundieron los hoteles de peor calidad, después los de tres estrellas tuvieron que bajar los precios, tras ello llegó la crisis financiera mundial y ahora, tras un verano en el que más o menos se podrá salvar el año, se podrá certificar que estamos ante un retroceso evidente del sector. ¿Hay tiempo para aplicar remedios? Como en aquella brillante metáfora que empleara Adolfo Suárez cuando inició la Transición a la democracia, tenemos que cambiar nuestra oferta mientras seguimos explotándola, tenemos que modificar la casa, reparar los techos, cambiar la electricidad y la fontanería, viviendo dentro. Eso es lo que nos espera, si llegamos a tener claro lo que nos sucede.
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