La Federació d’Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) y la Asociación de Jueces de Paz de Baleares han reclamado este lunes al Estado que devuelva a los Juzgados de Paz las competencias del registro civil, que han perdido tras la entrada en vigor de la nueva Ley de Eficiencia Judicial el pasado 3 de abril. Ambas entidades alertan del impacto negativo de esta reforma sobre los pequeños municipios y denuncian "un alejamiento del ciudadano y un deterioro del servicio".
“Los Ayuntamientos no podemos seguir asumiendo la celebración de tantas bodas”, ha afirmado el presidente de la FELIB, Jaume Ferriol, en un encuentro con medios tras reunirse con Jaume Casesnoves, presidente de la Asociación de Jueces de Paz. Ambos coinciden en que la reforma, aunque persigue una modernización del sistema judicial, ha generado una sobrecarga para los consistorios y ha dejado a los jueces de paz sin funciones esenciales como celebrar matrimonios, registrar nacimientos o expedir licencias de entierro.
LOS JUECES DE PAZ RECLAMAN REVISAR LA LEY
Con la entrada en vigor de la ley, los Juzgados de Paz han pasado a llamarse Oficinas Municipales de Justicia, subordinadas directamente a los partidos judiciales —Palma, Inca y Manacor en el caso de Mallorca—. A partir de ahora, trámites que antes se resolvían en el mismo municipio deben ser autorizados por el letrado de justicia del juzgado de referencia, lo que puede provocar importantes demoras, sobre todo en casos sensibles como una defunción en fin de semana.
“Antes era rápido y directo, ahora todo se retrasa. Las funerarias deben desplazarse hasta Palma para una simple licencia, lo que agrava aún más el dolor de las familias”, ha explicado Casesnoves. En cuanto a los matrimonios, ambos representantes insisten en que ni ayuntamientos ni notarios están preparados para absorber la gran cantidad de bodas que se celebran anualmente.
Desde FELIB y la Asociación de Jueces de Paz reclaman una revisión urgente de la ley y que se restituya a los Juzgados de Paz su papel tradicional en el registro civil, por tratarse de un servicio cercano, eficiente y esencial para la ciudadanía en momentos clave de la vida.
