Lleva poco más de un año funcionando y su éxito es incuestionable. Los datos así lo reflejan. El grupo ROCA de la Guardia Civil, especializado en los robos en las zonas rurales, ha dado un importante golpe a un sector que padecía la criminalidad en silencio y en solitario.
Ya no se trata del robo de unas gallinas. Se ha llegado a una autentica especialización de bandas muy organizadas que se dedican al robo a gran escala de material y maquinaria ligera y pesada del campo para desvalijarla y después revenderla por piezas o al peso. Se trata pues de golpes muy duros para los propietarios de las fincas agrícolas asaltadas ya que su sustento en la vida depende directamente de ese material sustraído.
Las nuevas modalidades y la nocturnidad de los delitos, hacía necesaria una unidad especializada y la Guardia Civil ha respondido con creces a esa demanda, que aunque respondía a un porcentaje pequeño de todo el espectro de criminalidad, sus efectos son devastadores para los que los sufren.
Fincas agrarias de Balears han visto como el índice de criminalidad en el sector ha disminuido de manera muy importante gracias a la actuación de este grupo especializado de la Guardia Civil. Día a día y semana tras semana, se han ido sucediendo las detenciones y las resoluciones de delitos cometidos en los campos de la Part Forana, para alegría de los payeses.
Desde el inicio de la crisis, los robos de cobre y materiales y maquinaria de labranza o regadío se han convertido en una de sus consecuencias más visibles, y el grupo ROCA ha incidido sobremanera en su disminución en muy poco tiempo.
Sin duda esta especialización de la Guardia Civil da una nueva imagen al cuerpo policial, y acerca de nuevo su figura a la gente que vive o trabaja en las zonas rurales de los municipios, ofreciendo seguridad tanto en la prevención como en la resolución de los delitos cometidos. Y los payeses, encantados.