Una de las cosas que más me intrigan en estos momentos es cómo conseguirán los Reyes Magos repartir el martes los regalos en los hogares de Mallorca, pues de momento aún continúa vigente en toda la isla el toque de queda a las diez de la noche. Llámenme tiquismiquis, pero no lo acabo de ver del todo claro.
Por una parte, si los Reyes Magos entregan los obsequios antes de esa hora, los pequeños de cada casa aún estarán despiertos y la cosa será seguramente un poco más complicada de lo que suele ser habitual. Por otra parte, si bien cabe la posibilidad de repartirlos a partir de las seis de la madrugada —los regalos, quiero decir—, posiblemente no les dé tiempo a dejarlos todos antes de que salga el sol.
También es verdad que Papá Noel se encontraba en esa misma tesitura la pasada Nochebuena y, sin embargo, nos consta que consiguió salir bastante airoso de ese reto horario hasta ahora desconocido para él. A mí, sin ir más lejos, me regaló el excelente libro «Madrid», de Andrés Trapiello. Y eso que en casa no tengo chimenea ni árbol de Navidad ni calcetines rojos en donde poder depositar los regalos. No es que el color rojo me disguste, pero yo suelo tender quizás un poco más al azul celeste o al gris.
Posiblemente, la principal diferencia entre Papá Noel y los Reyes Magos sea, en esta ocasión, que Melchor, Gaspar y Baltasar ya vendrán vacunados o como mínimo con las PCR hechas en origen. Aun así, como toda precaución es hoy siempre poca, en lugar de dejarles esta vez agua y comida en los balcones, quizás sería más oportuno dejarles gel hidroalcohólico y mascarillas color oro, incienso y mirra, con toda la casa además bien ventilada. Tal vez también estaría bien, para intentar mantener la preceptiva distancia de seguridad, que este próximo 5 de enero durmamos no en la habitación ni cerca del árbol o de nuestros zapatos, sino en el baño, en el trastero o en la cocina.
Al final, aún no sabemos cómo se las arreglarán Melchor, Gaspar y Baltasar para dejar todos los regalos solicitados en cada hogar, pero como mínimo tenemos ya la certeza de que será la Noche de Reyes más higiénica y más limpia que habrá habido en nuestro mundo desde el inicio de la humanidad.





