¿Ese mar de cemento que está abriéndose alrededor del edificio de Gesa, es lo que llaman un parque? ¿Esas horribles estructuras que parecen paredes pensadas para morirse en la soledad fría del invierno o bajo los rayos tórridos del verano, es lo que llaman parque y zona verde? Ustedes verán: a mis amigos de izquierdas les parecerá una delicia. Pero seamos serios: no tiene sentido suprimir los edificios inicialmente previstos para hacer un parque de cemento y convertir a la infamia franquista de los edificios del Movimiento en primera línea. Para este viaje no hacían falta alforjas. Alforjas a precio de oro, porque por ese intercambio hemos perdido el edificio de Emaya y decenas de solares en la zona.
