Amsterdam albergaba la gala anual de los Europe Music Awards de la MTV, con 15.000 asistentes en directo.
Entonces llegó Miley. Imitando una escena de «Encuentros en la tercera fase», descendiendo de una nave espacial desde el techo del recinto, la ex Montana interpretó «We can't stop» de una manera sorprendendentemente poco efectista, casi incluso sosa, vestida de látex color metálico y acompañada por una bailarina enana embutida en cuero negro.
Katy Perry sí dio una gran golpe de efecto con su puesta en escena, elevándose unos cuatro metros sobre el suelo mediante cuerdas invisibles dando un enorme extra al aspecto visual de«Unconditionally».
Uno de los premios más importantes de esta cita es el de «Mejor Hip Hop», la música que arrasa en casi todas las listas internacionales. Y fue a parar a Eminem, que también se llevó el galardón de «Icono Global».