Las construcciones bajo tierra están de moda. Londres, capital de la modernidad, se lanza a la fiebre de construir bodegas, salas de cine o piscinas bajo tierra.
El uso que anteriormente se hacía de los sótanos, ha quedado en la historia, adiós a esos espacios donde se guardaban los trastos, ahora se han convertido en un elemento de posicionamiento para vender a un precio más alto la vivienda que cuenta con uno de estos cotizadísimos espacios, donde además el valor añadido radica en disponer de un spa, gimnasio de lujo, sala de cine, barras de bar o incluso sala de baile
Con este atractivo, las casas se vuelven más atractivas a ojos de millonarios que buscan casa en los barrios de lujo londinenses como Kensington, Chelsea o Knigthsbridge.
Una de estas propiedades pertenece al millonario Edmund Lazarus. En su mansión de Holland Park valorada en nada menos que 22 millones de euros, construirá una piscina de 24 metros, sala de yoga, gimnasio, cine y bodega.
Los expertos coinciden en que la construcción subterránea tiene un elevado coste, aproximadamente 4.000 euros por metro cuadrado, pero ésta modificación en la estructura, revaloriza la propiedad, por lo que la inversión merece la pena.
Por supuesto los vecinos no están muy contentos y ya hay quienes advierten del peligro que suponen estas excavaciones para la estructura de sus propiedades. El ayuntamiento en un intento de frenar la solicitud de permisos ha elevado el precio de las licencias, pero por el momento no ha frenado el aluvión de solicitudes.
Una verdadera fiebre que ha contagiado a los multimillonarios que tienen propiedades en Londres, apto solo para sus abultados bolsillos.
