Sebastià Sagreras es uno de los pocos alcaldes del Partido Popular de Mallorca e incluso de Balears que conserva la alcaldía con mayoría absoluta. Tal fue el batacazo que sufrió el PP en las elecciones municipales de mayo.
Sagreras apunta la necesidad de integrar a todos los sectores del PP y que sean capaces de convivir con tranquilidad
Con la autoridad que le otorgan las urnas, el primer edil de Campos se ha erigido como una voz destacada del sector crítico que busca finiquitar completamente la época de José Ramón Bauzá. Es por ello que fue designado coordinador de campaña electoral de las pasadas elecciones generales, cuyos resultados califica de buenos pese a haber perdido dos diputados con respecto a las generales de 2011.
Consciente de que su papel puede ser relevante de cara al próximo congreso regional, que no será pronto en ningún caso, Sagreras apunta la necesidad de integrar a todos los sectores del PP y que sean capaces de convivir con tranquilidad. El joven alcalde apunta a la unidad como eje básico para volver a ser un partido hegemónico en Balears, pero para que eso suceda lo más importante es que el PP recupere la centralidad perdida durante la legislatura 2011-2015. La moderación que en un asunto capital como la lengua y la cultura propias no debió perderse jamás pues buscando desesperadamente al electorado más españolista se dejó a la intemperie al votante popular de toda la vida, que huye de radicalismos y que no busca enfrentamientos estériles ni polémicas ya superadas.



