¿Se acuerdan ustedes de las Directrices de Ordenación del Territorio? No, claro. Hace más de diez años que se aprobaron con un retraso de varias décadas sobre lo que hubiera sido normal. Pues esa ley cambiaba cómo sería el urbanismo en Baleares, introducía la modernidad, ponía orden, fijaba criterios trasparentes, mejoraba el entorno. Y obligaba a que esas disposiciones pasaran a un Plan Territorial para cada isla. Eso ya se ha hecho, aunque ha tardado; y después ese Plan tiene que trasladarse a los ayuntamientos para que allí, definitivamente, nos afecte en la vida diaria, porque son los ayuntamientos los que aplican estas leyes urbanísticas en sus últimas instancias. Ustedes verán: a día de hoy, sólo Calvià, Alcúdia y Artà han aplicado estas normas, de forma que en el resto de la isla no hay adaptación, se han agotado los plazos legales, se sigue aplicando la legislación anterior y, en definitiva, se demuestra que aquí muchas palabras, muchos titulares de periódico, muchas ruedas de prensa, pero trabajar no trabaja nadie.





