Carmen Franco, la única hija del dictador, ha muerto este viernes a los 91 años en su domicilio de Madrid, según El Mundo.
Este mismo jueves su hija, Carmen Martínez-Bordíu, confirmaba en declaraciones a TVE que había recibido la extremaunción después de que su estado de salud empeorara.
Franco sufría un cáncer terminal que le fue detectado este verano. Desde entonces, empeoró progresivamente y permaneció en su residencia de Madrid sin apenas salir a la calle.
Este jueves por la mañana se han acercado al domicilio de Carmen Franco familiares y amigos.