Sí, lo han adivinado. El artículo de hoy va de fires. Obviaré la conocida y multitudinaria de Ses Salines, y la entrañable y preciosa de Costitx en Flor para centrarme en las tres que tienen lugar estos días en Palma.
Desveló mallorcadiario.com la contratación para elaborar el portal de internet del Salón Náutico 2017 de la misma empresa que prestó servicios para la web del PSIB-PSOE. No seré yo quien dé por sentado que hay delito, no me doy tanta prisa en condenar como otros, sin embargo, sí que digo y afirmo que sin duda es una cuestión que debería de ser examinada, y no por una comisión parlamentaria por cierto. Con el affaire Jaume Garau a las espaldas, este gobierno debería de ser especialmente consciente de la sospecha de pago por servicios prestados que se cierne sobre una consellería cuando contrata a una persona o empresa que previamente trabajó para el partido político titular de la misma. En este caso, el indicio de sospecha se acrecienta por el hecho de que el IDI hubiera podido realizar la web como en anteriores años, sin que ello hubiera supuesto un coste añadido para las arcas públicas, y así lo han manifestado trabajadores de este instituto. Cuando la administración paga por un servicio que hubiera podido tener por sí misma, se califica con un nombre que hemos escuchado demasiado por desgracia. Repito que no juzgaré ni condenaré, sólo pediré que se actúe igual que si la consellería hubiera sido del PP o de UM.
Y hablando de gastos que a uno le gustaría saber cómo se justifican, están los 85.000 euros que Cort ha destinado este año en servicios a las tres casetas que componen la Feria de Abril en el Polígono de Son Rossinyol. Cuando digo “tres” no lo hago para desmerecer la Feria, lo hago porque literalmente son tres casetas. Concurridas, animadas y todo lo que quieran, pero tres. No voy a criticar esta celebración que ya se ha más que consolidado en el calendario palmesano. Todo el mundo sabe su origen y características. A quién no le guste ya sabe lo que tiene que hacer, que para eso estamos en democracia. Me llama la atención que algunos la critiquen por ser foránea pero luego no duden en caer con sus huesos por la Oktoberfest. Aún así, uno se pregunta hasta qué punto se acredita tal gasto público.
Me ha entrado la curiosidad, más que nada para comparar, del presupuesto destinado por Cort a la Fira des Llonguet celebrada este domingo en Es Pil·larí. Reconozco que no lo he encontrado. Se ve que ha interesado más publicitar los dineros destinados a la Feria de Abril que a la des Llonguet. En todo caso, nada que comparar entre una y otra feria, puesto que las cifras de este año demuestran que el evento se ha convertido en un reclamo social que va en aumento: 16 panaderías participantes, 68 carpas y más de 18.000 llonguets repartidos entre los asistentes. Enhorabuena pues a los organizadores porque, a pesar de las nubes y de la bajada de temperaturas, consiguieron que los asistentes se queden con ganas para la próxima.
