Asco y vergüenza es lo que sentí a leer que un grupo de neonazis irrumpieron en la celebración del Orgullo LGTBI de Murcia y se pusieron a repartir palos entre los asistentes ante la ineficacia y estulticia de la Policía que enmedio del caos se puso a pedir DNI’s a los asistentes al Orgullo en vez meter en vereda a los agresores. Todos los partidos menos el PP y Ciudadanos han pedido la dimisión del Delegado del Gobierno por autorizar una concentración de fachas el mismo día y a la misma hora que gays, lesbianas, bisexuales y transexuales murcianos celebraban en la calle su día grande. La permisividad de las autoridades derechonas en Murcia ha ayudado a crear un caldo de cultivo repleto de odio, agresiones y situaciones que se podrían haber evitado mucho antes. ¡A la huerta ni muerta!
En Facebook los grupos defensores de su familia, los grupos ultracatólicos y mis amigas de bien están que trinan porque desde que a alguna mente perversa en Silicon Valley se le ocurrió poner la opción de poner una bandera LGTBI en vez de un like de toda la vida; se sienten ofendidas y agredidas con tanta tolerancia, libertad y respeto. Sólo una mente retorcida y maquiavélica sería capaz de tramar algo tan cruel como restregar los arcoiris o arcoirises en las mismas narices de los sembradores de odio.
Mis amigos del Mallorca Gay Men’s Chorus están intratables y es que después de triunfar en Barcelona este pasado finde arrasaron en Benicassim. Los chicos del maricoro son unos embajadores de Mallorca sin igual y allá donde van dejan huella. Los titulares de la prensa local no dejan lugar a dudas y es que cuando algo se hace bien finalmente se recogen los frutos. Próximamente van a actuar junto a la Banda Municipal de Palma en el Castillo de Bellver, el mejor escenario posible para estas reinonas del canto.
En nada se da el pistoletazo de salida del World Pride madrileño así que salid a las calles con la cabeza bien alta y dejando claro que somos muchos y muchas y existimos