Esto no va a ser una crítica, aunque pueda parecerlo. Me llegan muchos comentarios que apuntan a una cierta decepción por el nivel general de las obras expuestas en las diferentes galerías palmesanas que participaron este año en la más que consolidada Nit de l'Art. Obiviamente, tambén hay excepciones.
"Pero lo pasamos genial, un año más", repite a continuación todo el mundo. "Fuimos con ganas y nos marchamos satisfechos. Había mucho ambiente".
Objetivo cumplido en la edición de la mayoría de edad de la Nit de l'Art. Todos los comentarios ciudadanos coinciden en que es un éxito de la ciudad, del Ajuntament y de las galerías. Palma tiene esta particularidad que supone que el perímetro que abarca la oferta cultural es reducido y se concentra todo lo que hay que ver en unas pocas calles que se recorren a pie. Como la Ruta Martiana.
Y como la Ruta Martiana, bares, copas, vinos, pinchos, restaurantes y "ambientillo". ¿No será que con la excusa del arte, buena parte de los miles de ciudadanos -algunos venidos de fuera- que participan de la Nit de l'Art lo que hacen en realidad es una salida más con amigos cuando aún hace buen tiempo?. Además, en la Nit de l'Art se liga. Como en la Ruta Martiana.
Esta reflexión tiene dos objetivos. El primero, felicitar a los convocantes y a los convocados. Y el segundo, alertar de que no queremos que la Nit de l'Art muera de éxito dejando de cuidar el motivo principal que es acercar a la ciudadanía al arte. Tenemos muy buenos artistas y muy buena obra para exponer. Quizás deberíamos reforzar esa calidad y dar un paso hacia adelante para que, además del "ambientillo", la gente diga que ha visto muchas cosas que le han gustado y saquen los "gomets".