Eso es lo que me parece a mí, después de ver y escuchar todo lo que ha pasado en el Congreso y aledaños esta semana. A la inmensa mayoria de diputados se la trae al pairo, lo que le pase a este País. Y a los que les importa algo, les faltan arrestos para decir y hacer lo que piensan.
Disciplina de partido, intereses de partido, cuatro años de sueldo público, servilismo, intereses espurios, afan de protagonismo. Todos estas actitudes y otras parecen calar más en nuestros diputados/as que el servicio a nuestro Pais, el de todos.
El castigo es nulo, por su falta de entendimiento, ya que practicamente la totalidad de sus señorías han repetido en las listas, por lo que ir a unas terceras elecciones tampoco parece que les quite el sueño a muchos. Quizás si por Ley, ya que por voluntad propia o verguenza torera son incapaces de retirarse, unas terceras elecciones significase que ni los líderes, ni el resto de las listas se pudieran presentar y tuvieran que ser nombres y caras nuevas, al igual así, alguno forzaría más la marcha o se comería sus “falsos ideales” y no estaríamos en este estado tan lamentable.
Ni multas millonaria de la UE, ni el papelito que estamos haciendo a nivel Mundial, ni las críticas de los mejores periódicos del Planeta hacen que nada cambie en este País, pués probemos con la anterior solución. Por no hablar que támpoco nadie, parece querer saber nada de modificar la ley electoral en favor de una segunda vuelta.
Pero entiendo que al final todo esto tiene su contestación en una teoría antropológica, si el mal comportamiento no tiene castigo, pués barra libre. Y es que no aprendemos, los políticos legislan constatemente toda clase de leyes que nos afectan directa e indirectamente, pero cuando se trata de legislar leyes que les puedan afectar ……
Y es que no nos toman en serio.





