No es raro que en Almería lo añoren. Dicen que José Manuel Flores, Chico, fue decisivo para que el Almería se mantuviera la penúltima temporada en primera. Después lo fichó el Génova y el Almería descendió. Todavía le quieren, todavía recuerdan aquel memorable partido en el que Chico borró del campo al Xavi del todopoderoso Barça. Y el Almería logró empatar. En la ciudad andaluza es un mito. El otro día ante el NEC-Nijmegen bastó un cuarto de hora para demostrar la clase que tiene. Joven, alto, buena planta, contundente y noble en las entradas, colocación en los espacios sin balón, un par de subidas en momentos propicios y un buen remate de cabeza que no fue gol por centímetros. Nunes tiene un extraordinario sucesor en el futuro. Ahora puede ser un bastión fundamental en el sistema defensivo. Falta ver cómo se desenvuelve por delante de los defensas. Estaba Chico en el objetivo de este partido de pretemporada, como antes los estuvo Zui. El Mallorca parece que también ha acertado, a pesar de que el defensa no triunfara en el fútbol italiano, que quizá no es modelo para las características de este jugador, impulsivo, polivalente, con tendencia a subir. Dicen buenos aficionados del Almería que Chico es un central para equipos como el Valencia, el Sevilla o el Atlético. O sea, un punto por debajo de los intocables de Madrid y Barcelona. Bueno, pues está en el Mallorca. No sé porqué me barrunto que Chico puede tener esa trayectoria que tuvieron en su día defensas como Nadal, Bonet o Del Campo. El Mallorca, si lo compra el año que viene puede hacer una gran operación deportiva y económica. Al tiempo.





