Recientemente la organización Acces Info Europe ha publicado un informe sobre la transparencia de los medios de comunicación en relación a su financiación y propietarios. Sólo dos países (Austria y Croacia) de las veinte naciones europeas analizadas disponen, según la organización, de una legislación que garantice la transparencia real y exhaustiva sobre quién hay detrás de cada medio de comunicación. En esta línea hace pocas semanas el colectivo Dret a Decidir Illes Balears publicó un interesante vídeo titulado 'La Gàbia Mediàtica Espanyola' en el que invitan a reflexionar sobre la supuesta pluralidad de los medios de comunicación españoles.
Pero, ¿por qué es importante, en una democracia representativa como la nuestra, saber qué hay detrás de las grandes corporaciones mediáticas? Sencillamente, porque la opinión pública –y los medios de comunicación generan opinión- es uno de los elementos –por no decir el más importante- que permite el control de nuestros dirigentes políticos. Me explico: cada cuatro años tenemos que votar a nuestros representantes, y en gran medida son los medios de comunicación los encargados de hacernos llegar los resultados de la obra de gobierno (o de la oposición) de turno. Por eso, en una democracia como la nuestra, es necesario disponer de una pluralidad de medios de comunicación, garantizar su libre acceso a toda la ciudadanía, disponer de periodistas independientes y conocer los posibles conflictos de intereses que existen entre el periodista, el editor y quien financia el medio en cuestión. De esta manera, si dispusiésemos de la información necesaria sobre qué y quién hay detrás de los mass media, a lo mejor nos llevaríamos algunas sorpresas: Descubriríamos que la gran mayoría de los medios de comunicación en España son conservadores (ABC, El Mundo, La Razón, La COPE) o, en el mejor de los casos, nos daríamos cuenta de que se encuentran sometidos a los intereses personales de sus propietarios y a la presión de los grandes anunciantes que los sostienen. Esto hace que, de hecho, la libertad de imprenta sea poco más que la libertad del dueño de la imprenta.
De esta manera, en el caso de Baleares, me pregunto: ¿Qué intereses mueven a los propietarios de Prensa Ibérica (Diario de Mallorca –cuyo presidente, Francisco Javier Moll de Miguel, tiene vínculos con el PSOE), del Grup Serra (Última Hora –en manos de Pere Serra, un diario que, hasta hace poco, se vendía junto al monárquico ABC), del Grup 4 de Comunicació Multimèdia (un grupo de comunicación que estuvo vinculado durante un tiempo al grupo conservador españolista Intereconomia) o de IB3 (en manos del gobierno autonómico de turno)…?¿Se guían únicamente por criterios periodísticos?