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Palma, destino gastronómico

viernes 25 de octubre de 2019, 00:00h

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La oferta gastronómica de Mallorca y, especialmente, de Palma, ha ido ganando enteros entre los atractivos que ofrece la isla como destino turístico. Esta oferta se suma a la tradicional -y muy consolidada- oferta turística de sol y playa, que ha ido dando entrada a nuevas formas de turismo que incluyen los eventos culturales, las compras o las reuniones de negocios y congresos. Como conjunto, esta oferta se ha ido incrementando en los últimos años con la vista puesta no solo en los meses de temporada alta, sino que ha permitido dotar al destino de nuevos atractivos que ayudan a su desarrollo en temporada baja.

Esta oferta va a quedar patente en la presentación que el Consell de Mallorca va a realizar dentro de dos semanas en la World Travel Market de Londres, una de las principales ferias turísticas del mundo y la de más incidencia en el mercado británico. La institución insular realizará un acto promocional en el restaurante Hispania, en plena City, donde ofrecerá una degustación de platos mallorquines.

El potencial de la Mallorca gastronómica queda certificado no sólo por los restaurantes galardonados con estrellas Michelín en la última edición de la prestigiosa guía -que ya son siete, dos de ellos en Palma: los de los cocineros Adrian Quetglas y Marc Fosh-, sino por la abrumadora oferta de calidad que prolifera en multitud de rincones de la isla.

En Palma, el más reciente desarrollo de certámenes expresamente ideados para poner el acento en las cualidades culinarias de la capital viene a enriquecer esta opción. La Ruta del Llonguet, estos días, y Tapalma, el próximo mes de noviembre, suman ya unos años de existencia añadiendo ingredientes a la oferta gastronómica de Palma. Son opciones diferentes que permiten apuntalar la capital como destino gastronómico fuera de temporada y que, por ello, gozan del apoyo institucional del Ayuntamiento.

Cort acierta en apostar por la Ruta del Llonguet y por Tapalma de la misma manera que el Consell lo hace al llevar la cocina mallorquina al centro de Londres. Son apuestas que reafirman un atractivo creciente de la isla, más allá del sol y playa; apuestas que ayudan a desestacionalizar y que incluyen elementos de creatividad, de talento y de promoción del producto local que nos enriquecen como destino turístico.