Este domingo, 8 de junio, la Iglesia celebra Pentecostés. La fiesta más importante después del domingo de Pascua de Resurrección y del día de Navidad. Este año, la combinación de fechas hace coincidir las dos ramas del cristianismo: católicos y ortodoxos, en el mismo día.
Para mí, siempre ha sido una fiesta rara. No entendía eso del Espíritu Santo llevando a las cabezas de los seguidores de Cristo las llamas del conocimiento de las lenguas del orbe y la gracia divina para convertirlos en mártires y apóstoles. Pero de eso se trata. Es tan importante en otras tierras que en la Europa Católica y en Norteamérica es muy señalada y celebrada. Incluso suele ser una fiesta religiosa.
Aquí, en Mallorca, suele ser el indicador del inicio de la temporada turística. Ha pasado la Semana Santa y hay que estar atentos al negocio. De las lenguas y del espíritu ya hablaremos al final de la temporada, si hemos ganado mucho dinero. Y así será, porque todas las referencias indican que vamos a tener un nuevo año récord en llegada de turistas. O sea, más masificación que nunca. Y eso es lo que el actual Govern de Prohens está intentando paralizar al legalizar un paquete de medidas que han de limitar la presencia de turistas, de coches de alquiler, de jóvenes incívicos y borrachines que volverán a llenar la calle de Punta Ballena y aledaños.
Y miren, estimados lectores, que todos los políticos saben la causa principal de este problema. Yo se lo he dicho a todos ellos. El problema es que Mallorca está rendida a los pies de los operadores turísticos. Por un lado, los ingleses, que son los que nos traen a dos millones de chavales a Calvià y a la Playa de Palma y a S’Arenal. Y por el otro lado, la HappyMallorcaLand, el paraíso de las fiestas mediterráneas, con o sin cerveza, con las bodas particulares en la cala de turno, la de la oferta super VIP, la más cara del Mediterráneo después de Ibiza, y que ya solo disfrutan algunos ricos, o la pagan algunos residentes a los cuales les cuesta 40 euros salir a tomar una copa. Bueno, a veces, porque la otra noche en Lío, ese restaurante, espectáculo, discoteca y no sé qué más, prohibieron la entrada a un grupo de chicas residentes si no pagaban los 40 euros sin copa. Y para colmo, el portero, muy chulo él, les dijo que esa noche no era para residentes. La que está liando este Lío cada noche. La noticia ha llegado a varios medios de comunicación locales que han intentado que los del Lío les expliquen qué pasó. Pero nadie sabe nada, y todos se hacen el sueco, bueno, en este caso se hacen el guiri, que es lo mismo.
Yo les propongo que salgan una noche e intenten relacionarse, socializar, se dice ahora, con personas residentes pero de familias extranjeras. Verán cómo se lo pasan fenomenal. Los nuevos residentes son tan mallorquines o más que muchos de los residentes que están vendiendo su cultura, su lengua, sus tradiciones, su singularidad y su historia a empresarios depredadores, ingleses y mallorquines que lo que buscan es que vengan más miles de personas, que paguen cada día más caros los servicios que reciben y llevarse el dinero a paraísos fiscales. Y que los mallorquines se jodan.
Pero no cierro el artículo sin volver a Pentecostés. El que no tiene Dios en quien creer, tiene señor al que servir. Y ya lo dijo Quevedo: Poderoso caballero es Don Dinero.
Un comentario
Pasqua granada, festa a bastants municipis de Barcelona a Sa Pobla era costum fer panades tal dia com avui. Els símbols de vent, llengües i foc signes cristians que s identifiquen amb el esperit sant i amb el naixement de l església cristiana.