Calvià cerró la temporada de playas de 2025 con un dato poco habitual en destinos de gran presión turística: ninguno de sus arenales alcanzó el 50 por ciento de ocupación en los días de mayor afluencia. Así lo refleja el informe de monitorización de aforo integrado en el proyecto Destino Turístico Inteligente (DTI), publicado este martes por el Ayuntamiento.
El análisis, basado en sistemas de conteo en tiempo real, contrasta con cualquier idea de masificación en las playas del municipio. La temporada —que este año se prolongó por primera vez hasta el 30 de noviembre— se cerró con niveles de ocupación que el consistorio califica como cómodos y plenamente disfrutables tanto para residentes como para visitantes.
SON MATIES LIDERA LOS PICOS: 49,80 POR CIENTO
El informe detalla los momentos en los que cada playa alcanzó su nivel máximo de ocupación durante el verano. En Son Maties (49,80 por ciento) el pico se registró el 24 de agosto; en Carregador (46,43 por ciento), el 30 de agosto; en Na Nadala (42,51 por ciento), el 17 de agosto; en Magaluf (27,58 por ciento), que es la playa con mayor capacidad (3.300 personas), el 30 de julio; en Santa Ponça (24,12 por ciento), también el 30 de julio; y en Torà (31,51 por ciento), el 3 de agosto.
Los momentos de mayor afluencia se concentraron, en general, entre finales de julio y mediados de agosto.
TECNOLOGÍA Y DATOS PARA MEDIR LA PRESIÓN SOBRE LA COSTA
El proyecto DTI utiliza cámaras de aforo, análisis de flujos de personas y vehículos y mediciones ambientales como la calidad o la temperatura del agua. El sistema está valorado en 4 millones de euros, financiado en un 60 por ciento con fondos Next Generation y en un 40 por ciento por el Ayuntamiento de Calvià.
El consistorio subraya que estos datos son "la prueba más clara de que la costa del municipio tiene capacidad suficiente para ofrecer una experiencia de calidad y sin aglomeraciones", un mensaje que cobra relevancia ante los debates recurrentes sobre saturación turística.
MÁS DE 8 MESES DE TEMPORADA Y 15 BANDERAS Q
Las principales playas —Santa Ponça, Torà, Palmira y las tres de Palmanova— abrieron el 15 de marzo y mantuvieron servicios hasta el 30 de noviembre. En paralelo, Calvià ha revalidado sus 15 banderas Q de Calidad, situándose como el municipio con más distintivos de este tipo en Baleares y el tercero de España.
Entre las mejoras introducidas este año destacan la ampliación a 200 metros de la zona balizada para bañistas, la retirada de actividades de motor en todas las playas salvo en Magaluf, nuevos accesos para personas con discapacidad y lavapiés de agua salada para reducir el consumo de agua potable.
Los concesionarios mantienen certificaciones como ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001, UNE 17001 y sellos de restauración sostenible, según recoge el informe.
