Yo he conocido a una España durante muchos años y hablo a partir de los años ochenta en dónde había un grado de pobreza, pero que no alcanzaba el grado de pobreza extrema al que parece ser que hemos llegado hoy en día, desde entonces hemos vivido varias crisis y es bastante evidente que cada una ha ido haciendo un nicho de pobreza que se ha ido acumulando y con las dos última, la financiera y la del Covid ha rematado a varios sectores.
Hace muy pocos meses se oían voces de nuestros dirigentes diciendo que nuestra economía estaba bien, que íbamos a crecer un poco menos en el 2020 pero que íbamos por buen camino, de hecho éramos la 4ª potencia en Europa, habíamos tenido unos años de récord en turismo, los coches se vendían como palomitas en el cine y nos enseñaban unos datos económicos que la verdad daban la impresión de un país consolidado. Algunos decíamos que también había datos de esta situación económica que no nos cuadraban, en la “salida de la anterior crisis” en el 2017 + del 25% y en el 2018 + del 27% de hogares llegaban con dificultad a final de mes, un tanto por ciento similar era para los hogares que no podían pagar gastos imprevistos. La natalidad no se recuperaba y la fiscalidad seguía dificultando la supervivencia de las empresas haciendo que en particular los autónomos y pymes no pudieran tener ahorros, ni invertir apenas en sus negocios.
Era evidente que sobre todo no era real el “cierre” de la anterior crisis, millones de familias de clase media y media baja habían prácticamente desaparecido, pero circunstancias totalmente coyunturales como las descritas del turismo o la bajada del petróleo nos distorsionaban la realidad, había en realidad una situación más delicada y que no iba a aguantar otra sacudida y esta ha venido, ha convertido de un plumazo a los pobres en pobres extremos, a muchos autónomos y clases medias en pobres. Podemos discutir cómo se estaba haciendo, si el modelo productivo era el correcto o no, pero lo que está claro es que estábamos en la cuerda floja y nos hemos vuelto a caer, una vez más hemos tenido una caída más dura que los demás y eso se refleja en que somos el País que más dinero necesita de Europa para sobrevivir.
¿Qué ha pasado con el dinero de estos años de bonanza, con estas subidas de recaudación de impuestos? No han durado ni dos meses apenas, hay problemas de liquidez serios en la administración.
La pobreza se puede curar con la buena gestión, tanto de los ciudadanos como del Gobierno, no es el Covid, hay cientos de miles de personas que pueden pasar en los próximos meses de la clase media a la pobreza y de esta a la extrema pobreza, no voy a ser apocalíptico y decir que van a ser mayoría, pero es que primero no se lo merecen, porque no han tenido nada que ver en esto y tienen derecho a exigir soluciones, porque si no lo que harán es acodarse de la madre que los parió y esto no es un insulto a nadie ni estoy por la crispación, será lo mínimo que puede hacer aquel al que empujan al precipicio.
Todavía estamos a tiempo y si los que hay en el Gobierno ahora no saben como hacerlo, no pierdan el tiempo en decir adiós, dejen a otros ocupar sus sitios, busquen a los mejores no a los más afines, no se marquen un Marlaska, si el ideal para solucionar esto les cae como el trasero, venga de su partido o de dónde sea, fíchenlo y póngale flores cada día, se lo agradeceremos nosotros y muchas madres.