El RACC, en colaboración con el automóvil club suizo (TCS), ha realizado un informe para demostrar los riesgos que conllevan las altas temperaturas dentro de un coche expuesto al sol durante la temporada estival.
Entre las principales conclusiones del estudio destaca que permanecer dentro de un vehículo parado sin aire acondicionado puede resultar peligroso, ya que en su interior se pueden llegar a alcanzar los 55ºC con una radiación directa cuando la temperatura exterior es de 35ºC.
El informe también ha concluido que el calentamiento del coche es mayor si la carrocería es de color oscuro -el negro el más peligroso en este sentido- y afirma que con una temperatura exterior de 25ºC se llegan a alcanzar los 40ºC en 42 minutos, y pasado este tiempo se pueden llegar a registrar hasta 72,8ºC, lo que podría llegar a provocar mareos o quemaduras en la piel si se entra en contacto con la superficie del automóvil.
Además, se aclaran algunas cuestiones frente a este tema, como el efecto del uso del parasol -que puede llegar a reducir la temperatura hasta 11ºC- o el mito de dejar las ventanas abiertas, pues la diferencia tan sólo es de 2ºC.
Por último, el RACC recomienda permanecer el menor tiempo posible dentro de un vehículo en estas condiciones -especialmente cuando se trata de niños o mascotas-, abrir todas las puertas durante un minuto antes de comenzar el viaje y limitar la diferencia de temperatura del aire acondicionado con respecto al exterior.