BEATRIZ VILAS.- Siempre en mi despacho pienso en la forma de poder ayudar a mis clientes cuando me transmiten esa sensación de sufrimiento debido a los quehaceres del corazón o por otros temas, bien sean económicos o de otra índole. En cuanto a los del órgano que controla nuestras emociones he de decir que en ocasiones, es casi imposible sosegarle, ya que entramos en una angustia tal que nos es imposible discernir entre lo sano o enfermizo de nuestras reacciones. Pero en ocasiones, la mayoría de ellas, a través del poder de las palabras somos capaces de ayudar a nuestro cliente.
INGREDIENTES: Control emocional, inteligencia emocional, desapego, control mental.
ELABORACIÓN: Lo primero que tendremos que hacer será preguntarnos, cómo nos sentimos, cual es la sensación exactamente, por ejemplo.
Ante una rúptura de pareja las preguntas que debemos hacernos serán las siguientes:
- ¿Cómo nos sentimos?.
- ¿Qué nos hace sentirnos así?.
- ¿Qué nos haría sentirnos mejor?.
- ¿Qué podría hacer yo para sentirme mejor?.
- ¿Depende de mí que me sienta mejor?. ¿de qué depende?.
- ¿Puedo hacer yo que la otra persona cambie de opinión? ¿y si cambiara cual sería la razón?.
- ¿Y a partir de ahora que voy a hacer para superar ésto? y lo más importante.
-¿Cuál es el primer cambio que voy a incorporar en mi vida?.
Se que cuando alguien se encuentra angustiado es complicado que podamos sobrevenirnos a una pequeña mejora, pero al final del día, tendremos que tener en cuanta que, ante un mal momento sólo nos queda dejar pasar el tiempo y pensar: “ésto también pasará y yo me sentiré mejor”.
“Mañana volverá a salir el sol queridos amigos”.
DIFICULTAD DE LA RECETA: Elevada
