Si algo ha cambiado en los últimos años en la política Española, es el salir a la calle. Parece que se ha establecido un mantra, que cataloga a la gente y las protestas en la calle como algo cierto o como mínimo con una cierta autoridad moral. Ni una cosa ni la contraria, manifestarse en la calle es o no creible, dependiendo de cómo lo hagas y que clase de reivindicación quieras llevar a cabo.
Esta semana pasada hemos tenido dos manifestaciones en Palma, una para apoyar la moción de censura contra Rajoy que obtuvo el resultado de que 100 personas, el 0,02% de la población de Palma o el 0,009% de la población de Mallorca se sumasen a ella. La otra manifestación era la de “Ciutat per a qui l’habita” reuniendo a 200 personas, el 0,04% de Palma de Mallorca o el 0,018% de habitantes de Mallorca. Después de este increíble éxito de convocatoria los “ayatolas” de turno se lo tendrían que hacer ver, porque querer decidir o influenciar sobre cosas tan importantes para todos con ese nivel de participación, defendida además de forma tan vehemente por algunos de sus componentes, al final lo único que puede llegar a pasar es que si hay parte de razón, que no tengo dudas que en el fondo de ambas manifestaciones hay cosas que son defendibles, pierdan toda su intencionalidad y queden como una mascarada.
También, porque así lo quiso un sector de la política Balear, si en una convocatoria se reunió a 100.000 personas y eso permitía llenar de razón sus argumentos, que tienen que decir esos mismos de estas otras manifestaciones que no llegan a llenar ni un sala pequeña de un multicine de barrio.
Mención aparte, la imagen que damos a los turistas que nos visitan estos días, ya sé que a la mayoría de esos manifestantes se la trae al pairo esta consideración, pero visto lo visto a centenares de miles de personas si que parece que no les gusta nada esta actitud.
No por mucho salir a la calle, amanece más temprano o lo que es igual, no por mucho salir a la calle tendrás más razón. Y por cierto, si la tendencia es la calle ¿porqué los políticos que salen en estas manifestaciones, se siguen presentando a elecciones, dónde les espera currar en un Parlamento, cuando lo suyo es la calle?
No sé si hasta esto nos lo van a hacer elegir, cambiar la sociedad y las cosas que van mal desde los Foros Institucionales o en las calles y plazas de las ciudades, retrocediendo unos cuantos cientos de años.
Por cierto no sé si después de este desastroso “ensayo” sobre las manifestaciones habré caido en la trampa de la que ningún español de bien quiere caer “incluso en las manifestaciones, el tamaño importa”.
