Scheffler finalizó con un resultado total de 31 bajo par (253 golpes), igualando así el récord absoluto de puntuación en 72 hoyos del PGA Tour. Su dominio fue incuestionable, superando al sudafricano Erik van Rooyen por una diferencia de ocho golpes, la mayor ventaja registrada en esta edición del torneo. El triunfo le reportó una bolsa de 1.782.000 dólares, pero el valor simbólico del logro trascendió lo económico.
Una victoria cargada de significado
Más allá del mérito deportivo, el triunfo de Scheffler tuvo una fuerte carga emocional. El texano volvía al Byron Nelson tras ausentarse en 2024 debido al nacimiento de su primer hijo, lo que hizo que su regreso este año estuviera lleno de significado. No solo conquistó el título frente a su público, sino que lo hizo en el mismo torneo donde debutó como profesional hace 11 años, cerrando así un círculo personal y profesional.
En declaraciones posteriores, Scheffler se mostró visiblemente emocionado: “Volver a este campo y conseguir una victoria de esta magnitud, rodeado de mi familia y amigos, es algo que jamás olvidaré”.
Un inicio de temporada impecable
Este título supone la decimocuarta victoria de su carrera en el PGA Tour y consolida su condición de principal referente del golf mundial en 2025. Scheffler ya había demostrado un excelente estado de forma con un cuarto puesto en el Masters, un segundo lugar en el Texas Children 's Houston Open y varios top 10 en torneos de prestigio como The Genesis Invitational y el Pebble Beach Pro-Am.
Con este rendimiento sostenido, Scheffler se presenta como uno de los grandes favoritos para los majors restantes del calendario, especialmente de cara al PGA Championship en Quail Hollow.
