El otro día me llegaba un Twiter del prestigioso y admirado economista Daniel la Calle, en el que decía lo siguiente:
“LOS QUE CREEN QUE LAS EMPRESAS EN ESPAÑA SE FORRAN, CONTRATAN MAL Y PAGAN POCOS IMPUESTOS , PODRÍAN EMPRENDER Y DISFRUTAR DE LA EXPERIENCIA”
Más allá del tono irónico del comentario, me gustaría hacer una análisis de lo dicho, creo sinceramente que merece una reflexión y quizás por eso se escribió. Vamos por partes:
-“Las empresas se forran en España”. En un país en donde los últimos años se llegaban a cerrar 180 empresas al día, en un sólo mes se batió el record con 17.000 cierres y algunas estimaciones hablan de casi 500.000 empresas cerradas en los años de crisis, como mínimo se tiene que tomar con pinzas esta frase, si alguién la dijera en tono despectivo, que no es este el caso. Hago también otra consideración, no conozco en la actualidad ninguna pyme que supere el beneficio neto del 20% mientras que paga religiosamente el 21% de IVA, ¿quién se forra?
-“Contratan mal”. Podemos debatir mucho sobre esta cuestión y seguro que habrá muchas partes negativas de parte de muchos empresarios aprovechados, pero también es verdad que el empresario paga el 30% a la Seguridad Social de sus empleados, con lo que conlleva en su cuenta de explotación y si las cosas van mal, el empleado puede acabar en el paro, cobrando prestación y el empresario ……
-“Pagan pocos impuestos”. Un autónomo o una pyme para llevarse a casa entre 900 a 1.000 € tiene que facturar unos 1.500 €, porque la diferencia se vá en pagos e impuestos al Estado.
Y para concluir quiero ser positivo y animar a aquellos que quieren emprender y realizar sus proyectos, a que lo intenten, aquí o en otra parte, pero que esto no les frene, porque a pesar de todo, los que hemos escogido este tipo de vida, no tenemos remedio y seguiremos en ello, porque nos gustan los retos.
Si que es verdad, que si algún día salen políticos que entiendan la realidad empresarial y no sólo parte, al igual empiezan a legislar de manera diferente, a corto plazo lo veo complicado. Entiendo que si alguien lo arriesga todo por un proyecto, creando riqueza y empleo, se merezca quizás otro trato.