Semana Santa

La Semana Santa evoca el comienzo de nuestra historia personal, el lugar de origen, el pueblo que nos vio nacer, formado por una comunidad de lazos y recuerdos, sentimientos, creencias y emociones, capaces de elaborar un sentido de las cosas, una maduración del vivir personal. Esta visión del padre Roberto Esteban confirma la vigencia absoluta de la Fe. Esta vigencia significa también el vínculo socializador del cristianismo y su capacidad natural para crear unión entre los hombres, la importancia del compromiso y la responsabilidad, de la entrega personal de cada hombre en la construcción de nuestro mundo.

Por eso son preocupantes los datos de la última encuesta de la Fundación Gadeso que indica que más de la mitad de los jóvenes de Baleares carecen de fe. Y no sólo carecen de ella sino que muestran cierto rechazo hacia la religión católica. Una religión cuyo desconocimiento van incrementándose. Más de 30 años de relativismo moral están dando sus frutos. Este vacío existencial, espiritual, es el resultado de las políticas llevadas a cabo durante décadas desde los diferentes gobiernos junto al constante bombardeo relativista en la mayoría de medios de comunicación y la dejación educativa de gran parte de las familias, más preocupadas en satisfacer sus demandas materiales que en atender las demandas morales y espirituales de sus hijos.

Sin conocer la religión católica es imposible comprender por qué nuestra nación, nuestra sociedad, es como es. O, mejor dicho en las actuales circunstancias, por qué ha llegado así hasta nosotros. De un modo u otro todos somos herederos. Nada mejor para entenderlo que volver a las raíces, al origen.

Considero que una de las mayores muestras de generosidad de los padres hacia sus hijos, tengan Fe o no, es brindarles la oportunidad para conocer la religión católica. Con ello podrán acceder a las claves históricas y religiosas de nuestro país. Pero también les pueden estar proporcionando las respuestas a las preguntas sin respuesta que se les plantee. Después, a medida que vayan desarrollándose, nuestros hijos decidirán seguir un camino u otro, pero les habremos brindado esa oportunidad, contribuyendo, también, a su formación intelectual para que comprendan, por ejemplo en estas fechas, la belleza de los pasos de Semana Santa.

Las procesiones de Semana Santa manifiestan un modo de ser, un profundo sentir y creer, un patrimonio religioso y espiritual capaz de forjar una comunidad viviente de herederos; haciendo de la religión católica, públicamente profesada, un inequívoco lazo de comunión entre los hombres. Tiempo de oración y reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús. Esta explicación del padre Esteban Duque la pueden entender quienes conocen su origen. Que es el origen de nuestra cultura. Y, por extensión, comprenderán que rechazar los pilares cristianos sobre los que se sostienen los valores de nuestra civilización, son el terreno abonado para nuestra destrucción como sociedad fraterna, caritativa, comprometida, responsable, y solidaria. Conceptos relativos, cuando no incomprensibles, para más de la mitad de nuestros jóvenes y absolutamente necesarios para nuestro presente y futuro.

El catolicismo nos brinda durante estos días un escenario mucho más trascendente que el ocio y la diversión.

Os deseo una feliz Pascua de Resurrección.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias