No hay nada como una tradición de la tierra. Y más cuando el bando vencedor son los de casa. Si hay que estar siglos y siglos recordando que els sollerics i sollericas ganaron a los moros, pues se está. Pero sin rencor ni acritud, ¿eh?

No hay nada como una tradición de la tierra. Y más cuando el bando vencedor son los de casa. Si hay que estar siglos y siglos recordando que els sollerics i sollericas ganaron a los moros, pues se está. Pero sin rencor ni acritud, ¿eh?