La lluvia amenazó con suspenderlo, pero un año más ni el mal tiempo pudo con el rastrillo benéfico del barrio de Son Dameto. El gran éxito de público y de ventas fue una sorpresa en un día que comenzó con el cielo gris y encapotado. Al final un sol radiante brilló en la décimo octava edición del evento en la que se recaudaron alrededor de 12.500 euros que, como en ocasiones anteriores, serán destinados a proyectos sociales para paliar los problemas de los más desfavorecidos. Así, la solidaridad ha sido protagonista un año más en el parque de Son Dameto donde numerosos asistentes se pasearon y compraron en los diversos puestos colocados en las explanadas de la zona verde. Había casi de todo, distribuido en alargadas mesas que poco a poco se fueron vaciando. La parroquia de Sant Pau y la Asociación de Vecinos de Son Dameto se destacan, desde hace años, por sus iniciativas a favor de los necesitados del Tercer Mundo y de los más débiles y desamparados de Mallorca. Así se mantiene, con ayuda de un grupo de voluntarios, una escuela de enseñanza del castellano para inmigrantes, a los que se ayuda también en sus carencias y se les facilita su acogimiento e integración en la sociedad mallorquina.
