Carlos Delgado habla poco, pero cuando habla dice mucho. Al todavía alcalde de Calvià le gustaría ser vicepresidente del Govern “¿y a quién no?”, admitió en la ruptura de su silencio de meses en COPE. Sin embargo, también quiso subrayar que no se postula a ningún cargo. Confía en –eso sí lo reconoce– poder jugar un papel importante en la próxima legislatura. No le importa tanto el puesto a ocupar en la lista electoral del 22 de mayo, como tener capacidad de acción en un Govern presidido por José Ramón Bauzà. Públicamente asegura que “si intereso me ofrecerán un cargo y si no volveré a la actividad privada”, a la vez que desmiente desear ser conseller de Educación (“está sacado de contexto”). No niega, en cambio, que si le ofrecen una cartera espera que sea de un “área de peso, en el que haya grandes cambios legislativos”. Los nacionalistas, los profesores o el STEI no se deben preocupar porque la ambición de Delgado no pasa por dirigir el día a día de los colegios e institutos (“si fuera conseller de Educación tendrían un gran disgusto pero me tendría sin cuidado”). El ‘hombre sin complejos’ afirma claro y rotundo que el PP debe lograr la libre elección de lengua en las aulas, pero para esto no le hace falta llevar la cartera del ramo en el Consolat de la Mar. El partido ya asumió hace tiempo sus postulados y si queremos situarle al frente de un departamento autonómico probablemente acertaremos si decimos Turismo, el motor de nuestra economía. Y la jugada le saldría redonda, aunque esto él no lo admita, si se le sumaran las competencias de Obras Públicas o Fomento, como se quiera llamar a la que se convertiría en Superconselleria de un hipotético Govern (siempre y cuando el PP gane el 22 de mayo). RODRÍGUEZ Y FONT, TRAIDORES.- Carlos Delgado no olvida que José María Rodríguez y Jaume Font le dieron la espalda después de alcanzar un acuerdo secreto para hacerse con el poder en el PP balear en octubre 2009. Pero mientras que del actual impulsor de la Liga Regionalista dice todo lo que piensa, cuando se le pregunta por el secretario general del PP de Palma se muestra más cauto. Rodríguez “es un hombre de partido, de verdad” subraya, “que le dedica muchísimas horas al partido”, mientras que Font “no es un gran trabajador”, “ha demostrado que estaba en el PP por un cargo” y dejó la formación porque “hubo un presidente firme, que no quiso ceder a chantajes”: quería ser candidato al Consell de Mallorca “y planteó una serie de exigencias escandalosas más”. ¿Y LA HEREDERA DE UM? ¿Qué opinión tiene Carlos Delgado de Convergència per les Illes? “Está abocado al fracaso, son los mismos perros con otros collares, es Unió Mallorquina y creo que lo que tendrían que hacer es demostrar que son capaces de vivir al margen de la política, disolverse y dedicarse a la actividad privada porque ya han hecho demasiado daño a esta tierra”.
