Munar, que acarició la remontada, se derrumbó en el tramo final, cuando el público de la pista Suzanne Lenglen comenzó a apoyar de forma muy ruidosa al francés mejor situado en el ránking, favorito número 14, que hasta este año no había ganado ningún partido en el Grand Slam de tierra batida.
Fils, de 20 años, encadena tres de los cuatro últimos Grand Slam en tercera ronda, nunca antes había ganado un partido a cinco sets. En esta oportunidad se impuso por 7-6 (3), 7-6 (4), 2-6, 0-6 y 6-4.
El francés aseguró que se inspiró en su paisano Gael Monfils, el jugador que más partidos ha ganado a cinco mangas en tierra batida.
EMOCIÓN HASTA EL FINAL
El parisino se impuso en dos juegos de desempate en las dos primeras mangas, pero en ese momento comenzó a sentir problemas en un muslo. Durante unos minutos, tuvo que retirarse al vestuario.
Munar fue cobrando ventaja, con una evidente caída de rendimiento del francés, que dejó escapar dos sets y abocó al partido a un quinto.
El español llegó a dominar 3-1, pero, apoyado por el público, Fils consiguió aferrarse al partido y empatar a 3. La igualdad se mantuvo hasta el tramo final, cuando el apoyo del público ya era más que evidente y acabó por desconectar al español, que cedió en el décimo juego.
CRÍTICO CON LA AFICIÓN LOCAL
Jaume Munar salió caliente de su derrota ante el francés Arthur Fils, descontento con la actitud del público que, a su juicio, se propasa en los apoyos a su compatriota e impide el buen desarrollo del juego: "Es el más molesto de los cuatro Grand Slam".
"A mi que animen al otro me da igual, estoy curtido, pero lo que me parece una falta de respeto absoluta es que canten todo el rato, que no paren de interrumpir. Impiden que el juego avance el juego. No es que te afecte emocionalmente, pero no dejan que avance el partido", dijo el mallorquín tras inclinarse en cinco sets a las puertas de clasificarse por vez primera en su carrera para la tercera ronda de Roland Garros.
"Puede que sea muy bonito para el espectador, pero nosotros estamos aquí para hacer nuestro trabajo. Esto no puede convertirse un circo y a veces parece un teatro. Cuando el partido está caliente se ponen a cantar el himno, no te dejan sacar, entre saques no paran de hacer tonterías para molestar. Si hago doble falta no es por influencia suya, pero no dejan que se desarrolle el juego", agregó.
"EL PÚBLICO MÁS MOLESTO"
"En Nueva York todo es un espectáculo, pero la gente lo vive como espectador y no tanto desde el fanatismo. En Australia es un poco lo mismo. Aquí la bandera pesa demasiado y creo que se podía calmar un poco eso y dejar que los juegos transcurrieran de forma normal", afirmó.
El español afirmó que la interrupción del juego para que el francés se tratara tras los dos primeros sets no le afectó, pero indicó que a su juicio eran calambres y que eso no debería ser un motivo para parar el partido.
"Yo he tenido muchos calambres en mi carrera y sé cómo es. Tienes un bajón y luego te ves competitivo y recuperas", señaló.
Munar se quejó especialmente de no haber podido estar a un buen nivel en los momentos clave del partido. "Estoy jugando bien, está claro que el nivel ha subido. Pero ha habido altibajos en el partido y no he sabido mantener el nivel", afirmó.