Un tipo llamado Gaspar Zarrías, secretario de Estado de Cooperación, ha hecho unas declaraciones en Delegación de Gobierno realmente sorprendentes. Zarrías comentó que el PP podría hacer un congreso en la cárcel de Palma ante el gran número de imputados que hay en la formación política. Zarrías es un tipo con un increíble sentido del humor, pero solo cuando habla del partido rival. Si lo que quería hacer es una broma con el tema de la cárcel, lo ideal hubiese sido recordar aquel episodio donde cientos de dirigentes socialistas se fueron hasta las puertas de una prisión para despedir a Barrionuevo y Vera, condenados por asesinatos de Estado y uso fraudulento de los fondos reservados. Si lo que Zarrías pretendía es divertir al personal, lo ideal hubiese sido contarnos cómo era posible que su vecino de escaño en el Senado pudiese votar sin estar presente. Claro, nos contaría que el propio Zarrías votaba por su compañero de manera irregular, unas imágenes que pueden verse todavía por internet. Si lo que Zarrías pretendía era divertirnos, nada mejor que contarnos todas las irregularidades cometidas en Andalucía con las regulaciones de empleo en las empresas mientras él era conseller en el Gobierno de Chaves. Que un tipejo así venga a Palma a dar lecciones de ética sí es de risa, y que Ramón Socías permita que estas cosas se digan en Delegación del Gobierno, una vergüenza.
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