En la cultura mediterránea es costumbre homenajear a los muertos y hablar bien de ellos, aunque interiormente pensemos que no lo merecían; afortunadamente el otro día esa costumbre luctuosa cambió para rendir homenaje a un hombre eminente bueno vivo.
Me dicen que entre ciento cincuenta y doscientas personas, policías locales y familias, se reunieron a manteles para felicitar a SU MEDICO que se ha salido, sin muchos arañazos, del que se ha venido denominando caso Cursach.
En plena investigación el Fiscal que entendía del caso (espero que para vergüenza de sus colegas) tuvo algo parecido a un brote psicótico y solicitó la declaración de dicho Médico como imputado, ya les digo un hombre bueno. Cuatro años después no se había practicado ninguna diligencia, para apoyar su imputación, su imputación se debía a un simple capricho de un ser querulante. Su situación procesal dormía el sueño de los justos. Hasta que ha llegado el ansiado archivo.
Tengo la suerte de considerarme amigo suyo y me uno desde aquí al homenaje que recibió, lo mejor de todo en vida y espero que por muchos años, además conozco bastantes personas que se unen a dicho homenaje.
Presume de ser un Médico de los de antes, mantiene su ojo clínico y no es un gran usuario de las técnicas modernas que las deja para otros especialistas. Conoce por el ;nombre a sus pacientes así como sus dolencias habituales. Saben una cosa, la bondad es su estado natural, no se esfuerza, no posturea, es sencillamente bueno. Gracias Gaspar.
Justo en el lugar contrapuesto a quien me refiero está la Honorable Fina Santiago; no porque no dimita, que francamente me da bastante igual pues es su dignidad la que se ve afectada y son sus principios y los del partido que representa que contraviene y no los míos, sino porque declaró que sabía que las violaciones se venían produciendo desde hacía tiempo y no fue al juzgado de guardia para que se detuvieran a los violadores y salvasen a las niñas, fue cómplice de esos hechos execrables. No se lo puedo perdonar, no sólo a ella, sino a todos los que estuviesen al corriente y no hicieron nada.
Mi penitencia este primer fin de semana de Cuaresma ha sido futbolística, fui a ver el Mallorca con mi hijo y concluimos que el Mallorca de los equipos de primera es el que tiene la mejor plantilla de segunda y también les diré que cuando vi a la ciudadana Fina Santiago entre el público tuve la convicción de que perderíamos. Es como aquel anuncio de cerveza, donde va triunfa…
Es obligado hacer una mención a Ernesto Cardenal, teólogo, sacerdote, sandinista, escritor, autoridad en la teoría de la liberación que persiguió San Juan Pablo II (histórica la escena del aeropuerto de Managua) y que el Papa Francisco levantó sus sanciones eclesiales; a su obra hemos acudido en momentos de quebranto anímico o desamor, quedémonos pues con su obra poética, era un hombre que sabía mucho del amor y no existe ciencia más bonita en el mundo sobre la que saber. Que pasen un buen día.