Malas noticias, tenemos un nuevo jarrón chino. Además de los presidentes Glez. (En recuerdo a Umbral) y Aznar se ha unido a esta casta el presidente Zapatero. En la prensa de ayer leí con temor que el presidente Zapatero reclama su cuota de notoriedad para estas navidades.
Aunque para mi resultan unas fechas entrañables la vuelta de quien fue presidente me parece una mala noticia pues considero que la política que hizo durante ocho años sólo puede calificarse de calamitosa. Creo en la grandeza de la democracia, pero no es un sistema perfecto; el hecho de que es el sistema en el que cualquiera puede llegar a presidente del gobierno es una mala cosa. Cualquiera ha llegado y nos ha dejado el país hecho unos zorros.
El otro día me comentaba una prestigiosa Abogada ibicenca de la bondad del gobierno Armengol en materia de servicios sociales; en cuanto disponga de la documentación que en breve me remitirá dicha Letrada tendré formada con más profundidad mi opinión y, conociéndola no dudo que tenga razón, al menos en parte.
A mí me gusta la Navidad, me parecen unas fechas entrañables de las que tengo grandes recuerdos, desde mi infancia hasta mi edad adulta; en esos días nos vemos todos inmersos en el buenismo del presidente Zapatero y puede que los que aseveraban que no es no, ahora imbuidos por ese espíritu navideño ya no tengan tan claro que no a veces puede querer decir otra cosa… como el tiempo está enseñándonos. Por la postura que está tomando la presidente Armengol no parece que ya no sólo quiere decir que no sino que quiere decir que me acerco a los otros porque estoy aislada.
Por último una nota de sociedad, la siguiente generación crece. Han nacido Concepció y Francesc Fiol, es un aviso a los navegantes. Que pasen un buen día.
