La defensa de un joven interno en el centro penitenciario de Maó ha presentado una denuncia por una presunta paliza al preso por parte de ocho funcionarios.
El joven asegura que los trabajadores se pusieron guantes y empezaron a golpearle; además, sostiene que uno se ensañó especialmente con él. La defensa del recluso mantiene que como testigo cuentan con la madre del chico, que fue a visitar a su hijo este jueves y vio que presentaba "signos de violencia" y "rojeces en la cara".
Por ello, como diligencia prioritaria y urgente piden que se desplace al centro penitenciario de Menorca un forense para objetivar las lesiones del recluso y documentarlas fotográficamente.
Fuentes de instituciones penitenciarias consultadas por Europa Press han desmentido "tajantemente" estas acusaciones. Según han precisado, debido al régimen de internamiento los médicos visitan diariamente a este recluso y cuentan con partes médicos que afirman que no presenta ningún tipo de lesión.