A la concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Palma, Angélica Pastor, le ha tocado lidiar con un toro difícil y peligrosísimo. No en vano, su antecesor en el cargo, Guillermo Navarro, acabó imputado ya que el juez y el fiscal consideran que con algunas de sus actuaciones amparó y protegió a determinados agentes presuntamente corruptos. Pero es que además, la edil socialista ha sido objeto de amenazas a través de una carta anónima que le fue remitida a finales del mes de agosto y que ella entregó en el juzgado, naturalmente.
La trama de corrupción policial que afecta a la Policía Local de Palma es de tal envergadura y afecta a tantos y a tan destacados agentes, muchos de ellos mandos de dilatada carrera, que inevitablemente la desmoralización entre todo el colectivo ha cundido. La propia concejala pide a los funcionarios que no estén abatidos y que hagan su trabajo "como toca", pero a nadie se le escapa lo difícil que es eso.
La edil Pastor debe saber que la ciudadanía espera de ella prudencia, pero firmeza en sus decisiones. Ponderación para no juzgar precipitadamente a nadie, pero una vez que la Justicia observa que hay indicios de comportamientos ilícitos, ha de actuarse con total contundencia y sin miramientos. A grandes males, grandes remedios, por más que pueda sonar injusto. Sin embargo, Angélica Pastor no debe apremiar al juez a que levante el secreto del sumario, pues si así lo tiene acordado se debe a que se están practicando diligencias de investigación que de ser conocidas por las partes implicadas, correrían grave riesgo de ser frustradas.
Así pues paciencia, prudencia y ánimo a los agentes locales que desempeñan su importante labor sin mácula, pero a la vez llevando a cabo las actuaciones cautelares que procedan para que la ciudadanía recupere la confianza en la Policía Local de Palma, apartando a los sospechosos de las calles y de cualquier responsabilidad. Es aquí donde también tendrá una grave responsabilidad el concurso para nombrar un nuevo jefe del Cuerpo, cuya labor será determinante para depurar y sanear las estructuras de la Policía Local.
