Unas 30 personas no tienen un hogar en Menorca, según ha informado este lunes el secretario general de Cáritas Menorca, Guillem Ferrer, durante la presentación de la memoria de 2015 de la entidad.
"Muchos de ellos se encuentran situaciones de vulnerabilidad social grave y, la mayoría, sufren problemas mentales", ha resaltado Ferrer.
Se trata de personas que duermen en cuevas, casas derruidas, bajo puentes o en una playa. "Ya tenemos contacto con algunos de ellos: les guardamos las medicinas, un lugar donde limpiar la ropa o ducharse, pero queremos ofrecer alguna cosa más", ha dicho Ferrer.
Por ello, Cáritas Menorca pondrá a disposición de estas personas dos habitaciones equipadas. En este espacio, preparado para casos de emergencia y ubicado en la sede de la entidad en Maó, en el edificio Calabria, podrán ducharse, desayunar, descansar y relacionarse.
Estas dos habitaciones formarán parte del centro de día para personas con bajo rendimiento que se pondrá en marcha en las próximas semanas, a través del cual la entidad pretende realizar una labor de acompañamiento.
"No podemos ser una segunda casa de acogida", ha manifestado Ferrer, quien ha matizado que el centro estará abierto a personas que quieran iniciar un proceso de reinserción. "Aquí podrán dormir temporalmente hasta que pasen a la casa de acogida de Mahón o a un piso social", ha remarcado.
Ferrer ha reconocido que Cáritas Menorca es consciente de que no se podrás "llegar a todos o que incluso algunas personas sin techo querrán volver a dormir en la calle tras ducharse". Sin embargo, "nuestra misión es dar respuestas concretas, pequeñas y dignas a realidades de pobreza", ha resaltado.






