El Presidente Antich, con las encuestas en contra, acaba de prometer visita médica en 48 horas y una segunda opinión de un especialista. Muy bien. Pero a mí se me ocurre preguntarle qué sucedió con su promesa de pedicuro gratuito, que nos lanzó en su discurso de investidura, hace cuatro años. Nunca nadie antes había oído que los pedicuros fueran objeto de deseo ciudadano, por lo que durante la lectura del discurso del Presidente, en el Parlament, las miradas eran de asombro. Pero sólo eso: en cuatro años no sucedió absolutamente nada. Ni siquiera una campañita publicitaria sobre los pedicuros, sobre su gratuidad e inmediata accesibilidad. Nada. ¿Las nuevas promesas están más pensadas o no?
