Baleares se está convirtiendo en la selva Colombiana en dónde en vez de cultivar coca para hacer dinero rápido se “trapichea” con el ladrillo. Casi todos quieren jugar a este juego, porque se piensa que es dónde el dinero está mejor invertido y se le puede sacar más rendimiento. Si a esto le unimos la especulación pura y dura de los grupos inversores nos encontramos la actual situación, un encarecimiento de la vivienda en más de un 50% en localidades de nuestra comunidad como Palma, Calviá, Eivissa o Sta. Eulalia en menos de 4 años.
SI el IPC de los últimos cuatro años suma un +4,9%, el PIB un 11,8%, el poder adquisitivo ha bajado en los últimos 5 años un -2,3% y para completar el panorama, Baleares esta entre las cinco Comunidades Autónomas dónde más se pagan impuestos por Patrimonio, está subida es tan artificial como la risa falsa de un político en tiempo de elecciones.
SI usted está en el nutrido grupo, dónde apenas ha subido su salario o sus beneficios empresariales, vamos que no ha legado a un +50% de subida, no invierta en ladrillo porque lo único que le puede pasar es que no pueda hacer frente a la hipoteca y al final se lo quede el Banco que a la vez puede volver a quebrar y usted también lo tendría que rescatar con sus impuestos, como así ha pasado ya y su casa o piso podría también terminar en manos del director de ese banco o algún amigote cercano en una subasta, de la cual usted nunca se enterará, a un precio de risa.
Que los grandes especulen con la vivienda y se aprovechen de situaciones como la del alquiler turístico, la falta de suelo urbanizable o la torpeza de no dejar edificar en vertical para abaratar los pisos, no es culpa suya, el contribuir con sus ahorros a hacer más grande esta nueva burbuja si que lo está. Si nadie compra o vende durante un tiempo, esto se puede enfriar, no piense tampoco que ahora es un chollo vender, porque si esto vuelve a estallar lo pagaremos todos.
Einstein ya lo dijo “hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana y del Universo no estoy seguro”. Tan solo 10 años después del gran Crack inmobiliario y bancario se fragua a fuego lento otro, pero esta vez creo que se le está yendo venir. Ojalá algún día los inversores empiecen a creer más, en invertir en empresas que en el ladrillo, entonces y sólo entonces este País se hará fuerte para evitar otro crack.