Se agudiza la feminización de la pobreza en Baleares al aumentar las familias monoparentales sin que el Govern las proteja y apoye.
El aumento de las familias monoparentales sostenidas por una madre aumentan con respecto al 2015 un 5.3 % y con respecto al 2014 un 15.2 %.
Mientras las sostenidas por un padres y sus hijos menores se mantiene en unos 10.000 hogares según datos hechos públicos esta semana.
Actualmente no existe en Baleares ni legislación ni apoyo de la administración a las familias monoparentales a pesar de que cada año aumentan.
Los hogares con menores y con un solo progenitor están especialmente expuestos al riesgo de pobreza y exclusión Los últimos años, hemos asistido a cambios sociodemográficos que han potenciado la emergencia las familias monoparentales, en las que un solo progenitor es responsable único de sus hijos.
Hoy en día, ya existen aproximadamente 53.000 estructuras familiares de este tipo en nuestras Islas. En Baleares, son las mujeres las que llevan las riendas, ya que casi 8 de cada 10 familias monoparentales (un 81.13%) está encabezada por la figura materna, frente a las 18.87% de las encabezadas por hombres.
Así pues, en ocasiones se ha llegado a hablar de «monomarentalidad». A pesar de que en la última década se ha producido un incremento de un 78% de estas familias, se sigue constatando una tendencia a la exclusión y a la precariedad, que sitúa en situación de desigualdad socioeconómica tanto a estas madres como a sus hijos. En esta línea, un 80% de las mujeres al frente de una familia monoparental, afirma sentir discriminación laboral, tanto en su acceso al empleo como en las menores oportunidades de desarrollo y promoción dentro del mismo. Aún lejos de la normalización, las mujeres al frente de una familia monoparental, se sienten discriminadan a nivel laboral por: las barreras en el acceso al empleo, las dificultades para conciliar, las escasas oportunidades de promoción y la desigualdad salarial.
Así pues, muchas de estas madres creen que sus oportunidades de acceder al mercado laboral o, dicho de otro modo, superar un proceso de selección, se ven mermadas por su condición de «madre sola». En igualdad de condiciones, siempre cogen a la persona sin hijos o a la que tiene pareja. Cuando se enteran de que están solas, aparecen los problemas y creen que no van a rendir igual. Es urgente la aprobación de una ley de apoyo a la familia de Baleares. Estarán nuestros políticos a la altura o se seguirán peleando por sus sillones.