La semana pasada y con motivo de la Marcha ciclista 312 que se celebraba al día siguiente, me mostré a favor de los cortes de tráfico programados y quise sugerir que los iclistas estarían mejor protegidos y disfrutarían más si fuesen considerados siempre como deportistas. Pero muy mal debí explicarlo porque si bien muchos me entendieron, otros, -demasiados para no tenerlos en cuenta-, entendieron todo lo contrario. Cuando tu intención es proponer medidas para separar ciclistas y coches para evitar atascos pero sobre todo, evitar que haya más muertes, y varias docenas de personas se dirigen a ti indignadas porque han entendido que fomentas todo lo contrario, está claro que te has equivocado.
No andan faltos de razón los que se han indignado porque el título del artículo resultaba inapropiado y ofensivo para las víctimas, sus familias y lectores. Por ello les pido mis más sinceras disculpas, por eso me abstengo de transcribirlo y por eso tan pronto caí en la cuenta de que era ofensivo, pedí su retirada. Lo cierto es que había buscado un titular duro y agresivo que llamase la atención confiando en que tras leer el artículo se entendería que mi objetivo no era otro que pedir una solución a la inseguridad que sufren los ciclistas. Está claro que no lo logré y me reitero en las disculpas.
Porque una cosa es que a alguien no le gustase mi propuesta de repartir las carreteras y otra que algunos entendieron que estaba incitando a que se atropellen ciclistas. Huelga decir que jamás se me ha pasado tal barbaridad por la cabeza, y para despejar dudas hoy he sido claro a la hora de titular este escrito. A favor de la vida, siempre. De la de los ciclista y de todos los demás.
Desde la Asociación de Ciclistas Profesionales me indican que mi propuesta de que los ciclistas se considerasen deportistas y no usuarios de un vehículo es contraria al Reglamento General de Vehículos. Añaden que tal afirmación puede inducir a pensar que los ciclistas están invadiendo un espacio público cuando no es así. Tienen razón; los ciclistas son usuarios de un vehículo y por tanto tienen tanto derecho a usar la vía pública como cualquier otro usuario.
Acababa la semana pasada con una frase que contenía el contundente titular y que se refería claramente a la seguridad. Empezaba diciendo “Repartir es más seguro que ...” y con ella no pretendía otra cosa que hacer un llamamiento para que ante el aumento de ciclistas en las carreteras, se tomen más medidas para evitar que siga habiendo accidentes mortales. Se podría haber dicho de una forma más delicada y si con la dureza de la frase ofendí a alguien les pido disculpas y por eso no la transcribo. Ahora bien en ella no hay amenaza ni intención de fomentar el odio hacia los ciclistas que no tengo el honor de conocer, ni a muchos de mis amigos que practican ese deporte, ni a mi mismo que, como bien saben los que me conocen, hace años que no uso otro transporte en la ciudad que no sea la bicicleta. De otro modo ni este, ni ningún otro medio, habrían accedido a publicarlo.
Por si alguien todavía duda de cuales son mis intenciones, acabo aprovechando para pedir respeto para el ciclista en carretera y en ciudad y para recordar la importancia de mantener la distancia de seguridad que como poco debe ser de un metro y medio. Hay vidas en juego y eso es lo único que importa.
(Abogado y comunicador)





