El 10 de junio de 2015, hace 8 años, publicaba mi columna de opinión en MallorcaDiario.com, con el título de Siau qui sou. Hoy, podría titularla segunda parte. En política, nada cambia. Solo las personas que se retiran y las que entran en este juego. Gentes que han dedicado su tiempo y su esfuerzo a trabajar para la sociedad que nos acoge. Por ello, creo que es de bien nacidos, reconocer su trabajo.
No todos los políticos son buenos ni malos. Ni todos son mejores ni peores. Y esta, aunque a veces no lo parezca, es una sociedad que se basa en la participación política de sus ciudadanos. He visto cambiar los Gobiernos desde 1975. He visto cómo algunos se iban llorando, otros descansados. He visto cómo muchas personas han hecho astillas del árbol caído. Muchos, ahora avergonzados, cruzan la calle para no ver como “amigos” les giran la cara, para no tener que saludarles. Y a mí me da asco.
Menos mal, que en todos los partidos, grupos, coaliciones, inventos electorales, hay y habrá gente buena. Gente que creerá en sus principios. Que trabajará con ahínco para mejorar la vida de sus conciudadanos. Esa gente, sea de la ideología que sea, merece mi respeto. Y el de todos los ciudadanos. Es verdad que no todos son así. Los que son gente honorable, merecen respeto y consideración. Pensad en la cantidad de jóvenes que acaban de entrar en política. Si dentro de 4 años, no se han sentido válidos, útiles, se irán y no volverán.
Y ese es el tema de reflexión: el papel de la juventud en un partido político. El aviso a navegantes, debería ser recibido por el Partido Socialista de las Islas. No han sabido ilusionar a los jóvenes. Muchos se han ido a Podemos. Los de Mes, lo mismo. Han perdido a cientos de jóvenes más identificados con la defensa del Medio Ambiente en organizaciones ecologistas, que con la lucha interna por el poder. Solo el PP ha trabajado para conseguir el apoyo de los cientos de universitarios, que le han votado. Ahora, Nuevas Generaciones, es la cantera de los nuevos cargos de representación. Ahora, ven que la promesa de sus “jefas”, se ha convertido en realidad.
Pero no nos engañemos. Todo pasa y todo queda, y lo nuestro es pasar. Ahora, cambios. Y dentro de 4 años lo mismo. Solo cambiarán las personas y si hemos sido inteligentes, los mejores deberán continuar con su labor de servicio a nuestra comunidad. Desde la ideología, perspectiva y filosofía que consideren más adecuada.
Y a los que abandonan la política, a los que han perdido o se han cansado, o los han echado, que de todo hay; a todos ellos Muchas Gracias.