El 11 de noviembre es el día del cambio de año agrícola. Se celebra San Martín de Tours, no confundir con el de Porres, que es el 3 de noviembre. Ese día se celebra en toda la Europa rural la matanza del cerdo. Por eso, el refrán español dice que, a todo cerdo, le llega su san Martín. En Mallorca, el mes de noviembre es el más cargado de ferias y fiestas de otoño, donde la matanza era la protagonista social. Se compraba todo lo necesario para la fiesta grande: matar al cerdo y hacer sobrasadas y butifarrones; salar los huesos y comerse la panceta y el lomo torrados sobre brasas. Pero volviendo al refrán que recogiera Cervantes en el Quijote, se refiere a que todo delincuente, malvado y traidor, terminará pagando su felonía, antes o después. Es decir, que seguro que todo lo que haces mal y perjudica a tu sociedad, lo terminaras pagando. O en cárcel, si eres juzgado o con la ignominia que pegará la historia a tu nombre, apellido y casta. Soy demócrata y defiendo que los partidos políticos pueden hacer lo que consideren mejor para la sociedad. A veces, rozando la ley y provocando el enojo, la crítica y la oposición de los que no piensan como ellos. Eso es la política y la democracia. No obstante, la filosofía y el derecho natural nos enseñan que hay límites que al sobrepasarlos se pierde el rumbo y se cae por el precipicio. La política es el arte de hacer posible lo imposible. Pero no todo vale en política. No discuto los pactos con los nacionalistas, comunistas, separatistas y terroristas. Todo es posible y a veces, necesario. Lo que me asusta son las consecuencias que en el futuro nos llevaran a una nueva división entre los españoles. Qué pasará cuando, dentro de cuatro años, triunfe la derecha y gobierne. Qué pasará con las cesiones que ofrece ahora el PSOE. Qué pasará en Cataluña cuando se cierre el grifo de la “pela”. Qué pedirán las Comunidades, para igualarse a las históricas. Cuándo pedirán la República, nacionalidad a nacionalidad. Qué tendrá que hacer Europa, para cerrar el auge independentista. Recuerden los separatistas catalanes que su hoja de ruta copiada de la de los escoceses, no ha dado el fruto esperado. Y ya se están peleando entre ellos para ver quién gobierna, quién manda. Mientras tanto, media España y la mitad de los españoles preocupados como en el 35 por las decisiones de la II República, que nos llevaron al 36. A todo cerdo le llega su san Martín, se llamen Pedro, Carles, Oriol, Dolors, Jordi, Carme, Joaquim, Raül, Josep, Ilone, Yolanda,… O los más divertidos como los tres cerditos, Miss Piggy, Porki Pig, Babe...Todos estos de fantasía. Pero también hay otros dos cerditos más relacionados con este pensamiento: los de George Orwel, de Rebelión en la Granja. Curiosamente, se llaman Napoleón y Snowbal. Su creador, Orwel, dijo que eran la asquerosa representación de Stalin y Trotski.
