El director general de Transportes, el pesemero Toni Verger, explicó ayer a la prensa que el metro no dejó de funcionar en ningún momento, sino sólo se suspendió el servicio dos estaciones más allá de la Plaza de España. Desde allí, dijo, el metro funcionaba con normalidad. Ustedes verán: la normalidad para este hombre consiste en que el metro no circule por todo el trayecto, por toda la vía. Tal cual: incapaz de reconocer que se inundó, dijo que “por precaución” los trenes no llegaban a la Plaza de España. Pero, ni hablar de problemas. Sólo por precaución. Sí, por precaución han perdido las elecciones. Igual que por precaución se han parado las obras del tren tram. Eso sí, en algún digital aparecieron los 'pesemeros' que nos explicaron que en Madrid es igual, cada vez que llueve se cierra el metro. Y nadie dice nada, porque es lo normal.
