El pleno del Parlament ha aprobado la modificación de la Ley de Comercio de Baleares, que reducirá de 16 a 10 los días de apertura en días festivos y domingos cada año en los establecimientos comerciales en defensa de las pymes, y prevé el estudio del impacto de nuevas grandes superficies. En contra de la reducción de los días de apertura en festivos han votado el PP, que ha acusado al Govern de "intervencionista" con esta medida, y Ciudadanos, que considera que esta medida no favorece al pequeño comercio, que debe modernizarse para poder competir con las grandes superficies.
La modificación prevé también, en la tramitación de la autorización comercial de grandes superficies comerciales, un informe favorable de los ajuntaments y consells insulars sobre su incidencia en las infraestructuras públicas.
El objetivo de este informe es que se garantice la movilidad de las personas y los vehículos afectados por su posible implantación. El conseller de Treball, Comerç i Industria, Iago Negueruela, ha defendido la necesidad de que la Administración regule que la mejora económica no se acumule en determinadas manos.
Por ello, ha incidido en que estas modificaciones no son intervencionistas sino redistributivas, con el fin de que la mejora económica llegue también al pequeño y mediano comercio.
Para el conseller, la limitación de los horarios de apertura busca proteger a las pymes y tiene el objetivo de que "la gente viva mejor y de forma normal" ante las medidas liberalizadoras que se implantan desde el Gobierno del Estado.
Ha incidido en que se trata de "normas de control" y ha avanzado que también va en la línea de la conciliación familiar, que la debe regular no solo las leyes laborales sino también las comerciales, como la limitación de las aperturas en festivos.
"Si hay crecimiento económico se trata de que se viva mejor", ha señalado Negueruela.
En el debate el diputado del PP Santiago Tadeo ha acusado al Govern de querer hacer una política totalmente intervencionista y que le gustaría que no se abriera en ningún festivo, una medida anticuada que impide avanzar, ha señalado.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Xavier Pericay, ha pedido ayudas para el pequeño y mediano comercio de las islas, que les permita innovar y adaptarse a los nuevos tiempos, como la venta por internet, en lugar de reducir los días de apertura en festivos.
Tanto PP como Ciudadanos han votado en contra de que se reduzcan a 10 los días festivos de apertura anuales y en contra de la necesidad de un informe para la obtención de la autorización para la instalación de un nueva gran superficie comercial.
Entre las voces a favor de la ley, el PI, que presentó la proposición de ley, a la que luego se sumaron PSOE, MÉS y Podemos, y cuyo diputat, Josep Meliá, ha asegurado que si bien esta modificación de la ley no lo arregla todo va en la buena dirección en defensa del comercio de proximidad.
Por su parte la diputada de MÉS per Mallorca Joana Aina Campomar ha resaltado la importancia de la modificación en el establecimiento de condiciones para la implantación de nuevas grandes superficies, mientras que Josep Castell, de MÉS per Menorca, ha defendido la necesidad de la intervención por parte el Govern para defender a las pymes.
Para el diputado de Podem, Carlos Saura, con esta modificación se está discutiendo sobre "la vida de las personas" con el objetivo de que no se liberalice a favor de los más grandes y se fomente el consumo de proximidad.








